En aquellos casos donde el pterigión es pequeño y asintomático, la conducta es sólo de observación, manejando las molestias que pueda ocasionar. Para esto se utiliza tratamiento tópico (gotas), que varían de acuerdo al grado de inflamación.

Cuando el crecimiento del pterigion es importante puede disminuir la visión y causar daños permanentes en la superficie del ojo. En algunas ocasiones genera incluso astigmatismo.

El tratamiento es exclusivamente quirúrgico y se realiza mediante el corte de la lesión colocando un injerto de la conjuntiva sana que es extraída del mismo ojo del paciente. Este injerto es sostenido con puntos de sutura los que son retirados a los 15 días de operado. Además se utilizan gotas específicas por un periodo de tiempo considerable, que disminuyen la inflamación postoperatoria y la recidiva del tejido resecado.